¿Es bueno ir a Vinexpo a vender nuestros vinos?

Entre rumores radiales y humores bodegueros, nuestro cronista indaga cuáles son las razones para participar de la tradicional feria francesa que se celebra en Bordeaux. 

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• Vinexpo ha sido la Meca de los bodegueros argentinos

Por Alejandro Maglione 

amaglione@lanacion.com.ar 

El asunto. Escuchando días pasados el programa de radio mendocino de Pablo Pérez Delgado en el que el periodista Ramiro de los Ríos hablaba con Mario Peleritti, ese enorme enólogo que anda por la vida cosechando 100 puntos para sus vinos, el entrevistado, que actuó de anfitrión para un grupo de periodistas argentinos en Chateaux Le Gay, Pomerol, donde trabaja en Francia, decía: "Vinexpo es una feria más social que comercial". ¡Cáspita! Habría de exclamar el oyente advertido sobre que Vinexpo - que este año como todos los años se celebró en Bordeaux (Francia) el mes pasado-, ha sido la Meca de los bodegueros argentinos, que peregrinan hace años ya sea con sus colores propios, con ayuda del Consejo Federal de Inversiones, o bajo el paraguas de Wines of Argentina (WofA). 

Wines of Argentina. Es la organización que integran un grupo de bodegas que orienta sus esfuerzos y el dinero que el estado le comparte a acciones de promoción y venta del vino argentino en el exterior. Nuevamente una radio mendocina revela en una entrevista a Mario Giordano, de WofA, que esa participación está algo cuestionada: "Visitar Vinexpo es glorioso y glamoroso, pero fue decayendo con el tiempo. Se realiza en menos días (antes eran 5, ahora son 3) y menos expositores. Solía haber cinco pabellones y ahora hay solo uno. La verdad es que hay argentinos conformes y otros que prometen no volver". 

Con firmeza observa que los organismos nacionales que han financiado viajes por fuera de Wines para participar en exposiciones, lo hacen sin estrategia definida, y sobre todo sin alinearse en la estrategia que supuestamente tiene WofA. Sus palabras: "WofA se mueve con una estrategia marca país, y los organismos se mueven con una estrategia marca organismos con escasos resultados..". Digamos, como para empezar a charlar. 

Vinexpo. Volviendo a Vinexpo dice que está siendo desplazada por la alemana ProWein, que no solo crece año tras año en cantidad de expositores, sino que funciona en base a una impronta claramente comercial. En la primera se pueden probar varios vinos en corto tiempo y desarrollar actividades sociales, en la segunda se va para vender. Vinexpo, de acuerdo a Giordano, cambió de mano y con ello comenzó su decrecimiento. "Dejaron de participar países como Australia, Nueva Zelanda o Sudáfrica.Los franceses también advierten que está en retroceso y creen que puede terminar siendo solo para vinos de Burdeos, como lo fuera en su origen en el año 81". Y remata: "Mientras siga siendo interesante para un grupo de bodegas, Wines of Argentina seguirá participando". 

• Wines of Argentina orienta sus esfuerzos a la promoción del vino argentino en el exterior.

Opina un husmeador. Joaquín Hidalgo anduvo husmeando por la Vinexpo. Este gran periodista y enólogo tiene una mirada atenta y sutil, al que no pocos consultan para orientarse sobre temas espinosos. Su opinión sobre la feria francesa coincide con esa opinión general de que luce como una gran reunión que decae lentamente. Pero advierte algo que no es menor: "La firma de un memorándum de colaboración entre Vinexpo, los organizadores de la feria, y Alibaba, el sitio de venta por Internet más poderoso de China, no pasó desapercibido en la exposición. La ceremonia, en la que los firmantes brindaron con Veuve Cliquot, fue más bien sencilla y la letra chica del acuerdo no trascendió a la prensa". 

ProWein. Es la mayor feria del mundo que hoy atrae a los bodegueros que quieren vender sus vinos y dejar el glamour y el turismo de lado. En su página dice específicamente: "Audiencia: únicamente para visitantes profesionales". Se celebra en la ciudad alemana de Dusseldorf en el mes de marzo de cada año. Convoca tanto al mundo del vino como al de gran cantidad de bebidas alcohólicas de todo tipo. 

Es esta feria la que viene creciendo año a año, con ese espíritu de aplanadora que suele poner Alemania en sus empeños y de la que se hablará cada vez más donde el vino sea el tema principal. 

Conclusión. Mendoza es rumorosa. No es gritona por lo general. La gente del vino abre sus corazones en el transcurrir de charlas de amigos donde el vino se prodiga generosamente. Hoy la industria vitivinícola se pregunta si habrá que finalmente decidir dejar a Vinexpo a su suerte, como veíamos que lo han hecho otros países productores del mundo, o mantenerla como destino donde invertir fondos públicos para la promoción y venta de nuestros vinos. El tema queda planteado. 

fuente LA NACION